Hará como tres años que vi esta película por primera vez. Mi vida por aquel entonces parecía desmorarse, caerse a pedazos, romperse en mil cachitos para nunca volver a ser la misma. Miraba al pasado pensando que algún día todo volvería a ser como era antes, pensando que cada paso que daba era para intentar volver a una felicidad anterior. Pensaba que había hecho un montón de cosas por mucha gente, para hacerlas felices, y pensaba que así era feliz yo. Hacía quedadas en mi casa, pensando que eso era lo que quería la gente, venir a mi casa y pasarlo bien. Y pensaba que todo lo que organizaba era por ellos, y que de alguna forma… debían agradecermelo. Pensaba que la gente era una desagradecida.

Desde que conoció a Daisy, toda la vida de Gatsby gira en torno a un futuro con ella. Todo lo que hacía, todos los pasos que daba, todas las fiestas, el dinero que ganaba, todas sus acciones giraban en torno a ella. Todo por la esperanza de volver a estar juntos. Esperanza.
Pero todo se tuerce y se retuerce. Los caminos se ramifican y los sentimientos se complican. Gatsby quiere que Daisy dejé a su marido y a su hija y se vaya con él, que pretenda que nunca llegó a amar a Tom. Y no puedes forzar a nadie a mentir. Y así, forzando situaciones, todo se va despedazando. Todo el sueño de Gatsby, resquebrajado sin que él mismo lo sepa. Y hasta el último segundo, sigue esperando esa llamada, que para él nunca llega.
El final de la película nos muestra como, a pesar de todo lo que hizo, a pesar de todo lo que ofreció a la gente de manera altruista, a pesar de todo lo que amó, a pesar de toda la pasión que puso en todo lo que hacía… A pesar de todo eso, su único y verdadero amigo, su fiel compañero, siempre fue Nick. El final de la película nos muestra lo desagradecida que puede llegar a ser la gente, la superficialidad de la sociedad. Al final, Gatsby murió solo.
Ese día lloré. En cuanto acabé la película me puse a pensar acerca de todo, todo lo que me pasaba en ese momento, todo lo que había hecho por otras personas y todo lo que esas personas me habían dado a cambio, todo lo que esas personas habían no hecho por mi.
Quizás mi problema (y el de Gatsby) es que esperabamos algo de la gente. Esperabamos esa reciprocidad, que los demás pensaran en nosotros. Esperabamos que esas personas tuvieran todo eso en cuenta. Esperabamos que nuestros actos sirvieran para algo, cuando a veces no sirven para nada. Quizás nuestro problema era ese, que esperabamos. Confiabamos en la gente. Confiabamos en que la gente sería considerada. Yo pensaba que me debían algo, que tenían que hacer algo por mi. Pero… no puedes forzar a nadie a mentir.
Ese día me oculté entre los brazos de esa persona y lloré. Y me pasé media hora llorando, hasta que conseguí calmarme, hasta que mis pensamientos dejaron de ser tristes y se convirtieron otra vez en rabia. Esa rabia que me acompañó durante tanto tiempo