Te seguiré queriendo desde las estrellas.

– Sabes que estoy muerta, ¿verdad? Ya no puedo entrar contigo a la casa del terror. Ni tampoco montar en la noria. Y no puedes llamarme por la noche cuando te cuenten una historia de miedo. Y ahí sí que le echabas morro. Me llamabas porque no podías dormir y luego eras tú el primero que caía rendido. Y aquel día que me llevaste en brazos… no aguantaste ni un minuto.
– Reina. Lo siento. No fui capaz de ser un buen novio. No pude hacer nada por ti.
– ¿Qué?
– Por eso… cuando todo terminó… intenté mantenerme firme y sereno. ¿Por qué has tenido que aparecerte? ¿No ves que ahora ni que no puedo evitar llorar?
– Yo… yo tambien lo siento… No he hecho más que enfadarme, ponerme celosa y ser una egoísta. Siento no haber sido más agradable y dulce contigo.
– No importa. Eso es lo que me gustaba de ti.
-¡No fastidies! Yo quería estar más tiempo contigo…

«Pero… tampoco sería justo seguir dándole sobresaltos, con lo asustadizo que es. Es hora de que esta aparición desaparezca«
– ¡Reina!
«Casi se me olvida… decirle lo más importante antes de irme.»
Muchas gracias por todo. Adiós. Te quiero mucho.
-¡Reina!
«Adiós, Haruki. Para que no te asustes… Desde ahora… te seguiré cuidando desde las estrellas.»

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *