Estás conmigo, estás ahí. Y puedo asegurar que mientras estés ahí, no caeré. Sígueme, acompáñame. Hasta donde nadie ha llegado nunca, hasta esa habitación donde se guardan todos los miedos. Cúrame cada herida con un abrazo, con una sonrisa, con un beso. Cicatriz a cicatriz… Hay mucho que arreglar en este corazón. Muchos miedos que afrontar, muchos recuerdos que borrar, muchas cosas que olvidar.
No dejes que tropiece de nuevo. Y si tropiezo, no me dejes caer. Y si caigo, recógeme del suelo. Creo que solo tú puedes hacerlo, al menos ahora mismo (nunca se sabe qué pasará mañana… y eso también me da miedo). Por eso, y por muchas otras cosas… Te quiero. Te quiero. Te quiero.