Soy asexual. No me gustan demasiado las etiquetas en este sentido, pero tras muchos años enfrentandome a problemas asociados, es la única explicación que le encuentro (que le encontré). Hace cosa de un año, año y medio que me identifiqué como asexual, pero nunca me había atrevido a hablar abiertamente de ello, a «salir del armario». Y me gustaría que esta entrada sirviese para otras personas como yo, y para otras diferentes a mi. Para que los demás me entiendan y entenderme a mi misma, para ayudar a los demás a entender esto que es la «asexualidad». Como preludio me gustaría advertir que lo que diré aquí es una opinión personal de cómo vivo yo mi sexualidad y para nada es una verdad absoluta, quiero que eso se tenga claro. Intentaré aportar también datos, pero cualquier dato que de debería ser cogido con «pinzas». La sexualidad es muy compleja y no por sentir lo mismo que yo tienes que ser asexual. Si la identidad te ayuda, cógela. Os dejaré unos enlaces de interés al final de la entrada, por si quereis seguir informándoos.
¿Qué significa ser asexual?
Según la definición de la Wikipedia, la asexualidad es la falta de atracción sexual, o el bajo o nulo interés en la actividad sexual humana. Según AVENes, asexual es aquella persona que no experimenta atracción sexual hacia otras personas. Y aún con esto, como ya dije, la sexualidad es compleja y no se puede dar una definición exacta. Cada persona lo vivirá a su manera y se pondrá etiquetas, o no. Cada uno vive su sexualidad a su manera.
Antes de seguir, quiero decir que en el tema de la sexualidad no todo es blanco o negro. Existe todo un espectro de grises entre un punto y otro, en lo que se denomina el «triángulo de AVEN» (aunque el tema es aún más complejo). En este triángulo, en el blanco se sitúan aquellas personas que sí sienten atracción sexual (alosexual) y romántica. Aquí estarían la heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad, pansexualidad… En el lado opuesto, en el negro, estarían aquellas personas que no sienten NINGUN tipo de atracción (asexuales). Y en el medio, todas las tonalidades grises habidas y por haber, con diferentes denominaciones.

Aunque la definición de AVENes incluye un par de conceptos que sería bueno matizar. Recordemos que según esta definición, una persona asexual es aquella que no siente atracción sexual hacia otras personas. Esto quiere decir que no siente deseo de contacto sexual con otras personas. El contacto sexual puede producirles indiferencia o hasta repulsión, asco. Incluso puede sentir atracción sexual pero solo en determinadas ocasiones bajo limitadas circunstancias (grisexuales o grisasexuales), o incluso hacia determinadas personas única y exclusivamente (demisexuales, fraisexuales, acoisexuales…). Por otro lado, no tiene nada que ver con el deseo sexual ni la libído. Una persona asexual puede sentir impulsos sexuales, puede tener relaciones sexuales, puede sentir placer, puede masturbarse… Tu cuerpo sigue teniendo unas reacciones y necesidades físicas que puedes cumplir, aún a pesar de ser asexual, y que no tienen nada que ver con la atracción sexual.
Para mi, la clave de todo esto es el interés que tengas por el tema en cuestión. Siempre me consideré un «bicho raro» por querer tener relaciones sexuales pero no tener ningún tipo de interés en el tema. Considero que el sexo es un punto importante a tener en cuenta en una relación de pareja, pues aporta muchas cosas positivas (confianza, intimidad, complicidad…). Pero son connotaciones sociales, más que sexuales. Quería a mi pareja y quería que las cosas fueran «normales», pero no tenía ningún interés más allá que la idea de que «esto es importante para la relación». Ser asexual no significa que no puedas o no quieras tener relaciones sexuales, y esto es un concepto que me costó entender. Puedes tener relaciones sexuales, y puedes quererlas. Y hasta que no lo entendí, no dejé de sentirme un «bicho raro». Era así, era yo, no era la única persona en el mundo que era así, que era asexual. Todo cogió un poco de luz.
¿Hace falta «salir del armario»? Creo que sí. Vivimos en una sociedad hipersexualizada. en la que muchas conversaciones cotidianas giran en torno al sexo. «Esta noche me tiré a una», «quedé con mi novio para follar toda la tarde», «que ganas le tengo a este tío», «y que? estuvisteis dandole al tema, no?»… Siempre me he sentido incómoda con ese tipo de conversaciones. Cuando digo que estaba con mi novio no sería la primera vez que me contestan algo como «ah, ya, disfrutando», como insinuando que si quedo con mi novio es para tener relaciones. Y me sentía mal, rara. Contestas con una risa y evitas el tema. Porque si dices la verdad la gente no te cree, si dices que llevas… un mes o más sin tener relaciones sexuales con tu pareja, te miran raro, te preguntan si la relación va bien o si tienes algún problema con tu pareja. El otro día comenté que era asexual en un grupo de Whatsapp y una chica me dijo que entonces yo no tenía pareja, que estar 4 años sin tener sexo con tu pareja no era tener pareja. Me sorprendió el concepto erróneo que tienen algunas personas sobre la asexualidad (porque en ningún momento dije que llevase 4 años sin tener relaciones con mi pareja, solo dije que era asexual). A algunas personas no les hará falta salir del armario, pero puede ayudar a visualizar el colectivo, puede ayudar a que los demás nos entiendan. Puede ayudarte a ser tu mism@, sin problemas, sin situaciones incómodas, a sentirte bien. A mi me ayuda a dejar de sentirme un «bicho raro», me ayuda a intentar que la gente me entienda en estos temas.
¿Cómo supiste que eras asexual?
Hmmm…. Siempre intenté ser «normal». Comentaba con mis amigas lo bueno que estaba este o aquel tío, pues tenía ojos en la cara y sé apreciar la belleza o el atractivo de una persona (hombre o mujer). Me gustaba un chico, tonteaba con otros… Era lo «normal» con 14-15 años. La primera vez que salí con alguien, que quedé con alguien (y sabía que ibamos a tener sexo), me forcé a pensar que tenía que ser normal, que tenía que hacerlo, que era lo que se esperaba de mi, que era lo que quería. Las hormonas también influyeron mucho en el deseo sexual, pero no en la atracción. Fue… literalmente un fracaso y finalmente no pasó nada. La historia murió.
Mi siguiente pareja era MUY sexual. Hasta el punto de ser incómodo para mi, de sentirme presionada, de hacer cosas que no quería en sitios que no quería… y ser incapaz de negarme. Porque si te negabas, te lo reprochaba. «Es que no me quieres», «es que no me deseas tanto como te deseo yo a ti», «es que te haría esto y esto otro»…. «cuando estés preparada». Yo desde luego no sabía que era asexual, pero el tema del sexo y tener relaciones me incomodaba. No lo evitaba, pero no me sentía cómoda y a gusto. Y realmente no lo entendía, no entendía por qué, no entendía absolutamente nada. A pesar de llevar 6 meses saliendo con esta persona, tampoco pasó «nada». Otra historia que acabó y yo seguía sin darle importancia a este tema. Quizás ninguna de esas personas era la adecuada, no era la persona que yo quería para mi «primera vez». Quizás era eso lo que pensaba.
Pero llegó esa persona, más bonita que ninguna, por dentro y por fuera. Sí, los asexuales sienten amor. Tuve claro que quería que esa persona fuera «la adecuada», la indicada. Y así lo expresé. Y así fueron los nervios… tales que fuimos incapaces de nada. Incluso cuando los nervios se pasaron, mi cuerpo no reaccionaba. Pensé que tenía vaginismo, me sentía fatal conmigo misma, me sentía un bicho raro. No sabía por qué me pasaba todo eso. Acudí al médico, que me derivó a un psicólogo. Llevaba ya un año saliendo con mi pareja y aún no habíamos conseguido nada y mi interés por el tema iba decayendo. Pensé que era porque me dolía, porque tenía miedo a que me doliese… Pensé muchas cosas. En el psicólogo aprendí a no sentirme tan rara, a relajarme, a avanzar poco a poco, paso a paso. Pero incluso cuando lo conseguimos, yo seguía sin tener interés en el tema. Creo que el vaginismo fue una de las «consecuencias» de no saber identificar lo que realmente sentía.
En algún momento, en torno a las conversaciones sobre el tema, surgía una idea.»Nunca tomas la iniciativa»… Y es verdad que nunca tenía mucho interés en el tema. Al principio pensaba que era porque me dolía, por eso nunca tomaba la iniciativa.No quería pasar por ese «mal rato». Pero luego dejó de dolerme y cuando ya no me dolía… simplemente no salía de mi el tomar la iniciativa. Podía vivir sin ello, no tenía más interés que aquel de satisfacer las expectativas de la otra persona y el de añadir a la relación unos valores positivos. No sale de mí el tener relaciones sexuales, puedo vivir sin ello. Y ahí es cuando pensé que el problema quizás no era el dolor, el miedo al dolor, sino que era otro. Que «no salía de mi». Y empecé a investigar sobre la asexualidad, a darle vueltas y vueltas. Para mi, esa solución daba explicación a muchos de mis problemas, sino todos. Era asexual. ¡Oh, dios mío! ¡Todo cobraba sentido!
¿Supone alguna diferencia en tu vida con respecto a las demás personas?
Soy como cualquier otra persona con mi forma de ser y mis cosas. A veces sí que me siento diferente, si que me siento rara. A veces siento que ser asexual mina mi autoestima, porque pienso «¿no podría ser normal?». Pero tienes que aceptarte tal y como eres. Sin embargo, creo que es más difícil que los demás te acepten como eres. Como ya dije, vivimos en un mundo hipersexualizado donde la muchas conversaciones giran en torno al sexo, donde la televisión y los medios de comunicación explotan la sexualización. Un mundo en el que si no disfrutas del sexo, eres «raro». Al principio intentaba seguir las conversaciones, disimular, aparentar ser «normal». Pero… llega un punto en el que tenía que decir que era asexual, porque para mi llegaba a ser incómodo.
Sobre mi relación con mi pareja… Tengo pareja (no asexual) desde hace 4 años y medio y mi «condición» sexual no nos ha impedido tener una vida normal de pareja. No es que siempre esté dispuesta a tener relaciones sexuales, no es que yo vaya a tomar la iniciativa en algún momento, no es que yo vaya a tener algún interés en el tema… pero desde que me identifiqué como asexual, él ha sido consciente de ello y bastante respetuoso con mis decisiones. Creo que es importante entender que los demás también tienen sus necesidades, que los demás sí que sienten atracción sexual y si que tienen interés por el tema. La clave para superar estas diferencias para mi ha sido la de llegar a un acuerdo. Muchos alosexuales que salen con personas asexuales deciden buscar su satisfacción sexual manteniendo una relación abierta (de mutuo acuerdo). Algunos asexuales están dispuestos a mantener relaciones sexuales con sus parejas. Se puede ser asexual y salir con una persona alosexual, creo que es cuestión de negociar las condiciones.
Respecto a mis amigos y mi círculo más cercano… Nunca he sentido la necesidad de dar explicaciones ni «salir del armario». Lo hago, ahora, porque me apetece, no porque sienta que debo hacerlo para que me entiendan. Por suerte, en el mundo en el que personalmente me muevo es un mundo en el que el sexo es un tema bastante secundario. Hablamos de videojuegos, de perros, de series, libros, pero no de sexo, así que siempre me he sentido más o menos cómoda y nunca he sentido la necesidad (por necesidad) de decirle a alguien «soy asexual». Las veces que lo he hecho, ha sido porque quería, porque lo creía conveniente para explicarme, no porque necesitase hacerlo, no porque me sintiese incómoda.
¿Que opinas de la asexualidad?
Creo que es un colectivo muy poco visible. Parece que lo normal es ser alosexual, sentir algún tipo de atracción sexual hacia otra persona y parece que las personas asexuales son «unicornios», seres raros y mágicos. En el poco tiempo que llevo informandome de esto, he leido muchos comentarios del tipo «si eres asexual es que no tienes sexo», «si eres asexual no debería gustarte una persona», «si eres asexual es porque quieres» o «es una etapa» (frase tan manida para justificar las orientaciones sexuales cuando la gente no está de acuerdo con ellas). Hay mucha falta de información al respecto y la gnete suele tener muchas dudas, o no suele tener muy claro que es eso de ser «asexual». Yo misma, hasta que no me decidí a hacer esta entrada, no me había parado a buscar mucha información. ¿Sabíais que incluso hay una bandera para representar la asexualidad? Porque yo no lo sabía.

Y como este dato, muchos otros datos sobre el tema de la sexualidad y la asexualidad que no se saben y que parece que solo sabrá quien se interese por el tema. ¿Atracción sexual? ¿Atracción romántica? ¿Demisexual? ¿Deseo sexual? ¿Impulso sexual? Para resolver muchas dudas, aquí os dejo un par de páginas que a mi me han servido para hablar de esto con bastantes más conocimientos de los que disponía. Páginas que me han ayudado a identificarme y entenderme. Tras todo esto, he de decir que no soy puramente asexual. Grisasexual/demisexual, quizás. El tema da para mucho y es tan amplio que aunque intentara abarcarlo, no sería capaz (yo sola), así que os invito a visitar las páginas y a informaros.
Enlaces de interés
http://es.wikihow.com/comprender-a-la-gente-asexual
http://asexuality.org/sp/wiki/index.php?title=P%C3%A1gina_principal
http://www.asexuality.org/sp/