A veces las amistades son puras irrealidades y los símbolos que teníamos no tienen el mismo significado para todas las partes. Todo se convierte en una ficción tarde o temprano. ¿Lo peor de todo? Es que en el fondo ya lo sabías desde el primer momento. Desde las primeras veces que conocías a esas personas. Sabías que tarde o temprano todo quedaría en nada. Porque, en el fondo, ya sabías que clase de relación estabas manteniendo. Ni un «¿qué tal estás?», ni un «¿te apetece quedar?». Ni un gesto. Y está bien. Cuando una relación es por interés, está bien. No hace falta todo esto. En las buenas somos todos felices y estamos contentos, y nos lo pasamos bien y sonreímos en las fotos. Pero cuando las cosas van mal, se ve, se nota, cuando algo es real y cuando no lo es. Cuando las cosas van mal, los símbolos y las palabras cobran nuevos significados. Se vuelve irreal.
¿Lo peor? Debería saber identificar cuando unas relaciones son reales y cuando no lo son. Cuando el aprecio es el mismo por mi parte que por la de los demás. Porque siempre me acaba pasando lo mismo. Las relaciones irreales siempre acaban igual para mi.
El 27 de Abril comenzaba una relación sintiendome una intrusa. Siempre me he sentido una intrusa…. Pero me sentía bien. Durante un tiempo me sentía bien. Cuando todo iba bien, era bonito. Las risas, los encuentros, los detalles. Estaba… bien. Pero al final acabo implicandome más. Y más. Y cuando todo acaba, se acabó. Ya no hay vuelta atrás. Yo me canso, los demás se cansan. Y al final decides… que mejor dejarlo ir. Y todo se acaba. De mejor o peor manera, pero se acaba.
Yo soy más de finales amargos, de esos que te dejan con mal sabor de boca, que te hacen sentir inútil por no haberlo intentado lo suficiente o, simplemente, no haberlo conseguido. De esos que acaban desgastando a los demás.Porque me hacen ver quienes aguantan. Me hacen ver quienes tienen la fuerza suficiente para luchar. Y si no quieres luchar por mi, entonces no mereces que yo luche por ti. Soy de esas personas que no quieres volver atrás a buscar. Y que cuando quieras volver atrás a buscarme, yo ya no estaré allí. Estaré bien lejos. Y eso me hace más fuerte. Me hace ver a quienes no necesito, quienes no me van a ayudar.
Mi estupidez lo volverá a intentar otra vez. Con otras personas. Y con algunas funcionará. Y con otras se repetirá el proceso. Porque siempre pasa igual.
«Todo estará bien al final, y si no está bien, es que no es un final».