– Who are you?
– mm… Buena pregunta. ¿Quién soy?
– Un bicho?
– No sabía que era un bicho, pero gracias.
– Que va. Eres un ángel… caído, pero un ángel.
– Emmmm….
– Eres un sol.
– Como que no, ¿eh? Que yo no brillo como los vampiros.
– Eres mi amiga. Eso me sobra.
(Una conversación interesante. Solo cabe decir «gracias»).
¿Quién soy?