26 años

Esencialmente hay tres formas de contar el paso del tiempo. Puede ser de año en año, como venía haciendo hasta ahora cuando todos los años a las 00.00 del día 1 de enero publicaba una entrada en este blog, resumiendo como me había ido ese año. Otras personas cuentan los años por año escolar, de septiembre a septiembre, porque les es más fácil llevar así la cuenta.

La ultima forma es la que traigo aquí: por cumpleaños. Y es que hoy cumplo 26 años.

 

Creo que si pienso en mis 25 podría decir que ha sido el año más difícil de toda mi vida y no me equivocaría ni un ápice. Empezaba este año con la sombra de una enfermedad que nos acompañó durante toda la primera mitad, desde junio hasta enero.  En diciembre, en fin de año, no tenía energías para resumir el año. No es que no le viese nada positivo al 2018…. Es que cuando una enfermedad como el cáncer llena tus vidas, todo se vuelve más pesado…. Las discusiones, las clases, las preocupaciones, la impotencia…. Todo suma. Aprendes a ser más diligente e intentas ser más comprensiva y, quizás, más compasiva. Y es que nunca sabes lo que pasa por la mente de una persona que tiene la muerte en los talones…. Y nunca sabes cuando llegará ese momento.

 

Porque quizás llegue. Mi madre nunca dejó de luchar. No se rindió, pero… su hígado no pudo más. Empezamos así la segunda mitad de mis 25 años. El 22 de enero de 2019, mi madre nos dejó. Sentí cierto alivio… sabía que estaba sufriendo. Me pasé esa noche con ella y no pude dormir en toda la noche porque sabía que se estaba yendo… Así que me sentía más tranquila. Simplemente, dejó de respirar. Dejó de existir.

Creo que aún es ahora cuando empiezo a aceptarlo. Todo el trimestre siguiente, el último del ciclo de Patronaje que estoy haciendo, giró en torno a ese hecho. De por si es un estrés este período… Tienes que estudiar, aprobar, hacer trabajos, planear las prácticas…. Y sumándole el hecho de tener que aprender a vivir en otras circunstancias, con más preocupaciones, con papeleo encima y sin un apoyo que para muchos puede ser esencial… Me encontré ahogada y perdida. Lo pasé MUY mal.

Por suerte,  conseguí aprobar todas y poder entrar en una empresa de producción audiovisual para hacer las prácticas. Me fui a Madrid y desconecté.

 

Pensé que 3 meses en Madrid me ayudarían. La verdad es que no estoy segura. A veces he tenido la sensación de estar huyendo de la situación, más que aceptarla y «superarla». A veces tenía la sensación de que al volver a casa nada habría pasado y mi madre estaría esperandome o me llamaría en algún momento para preguntarme que qué tal. Tampoco han sido tres meses fáciles. Nada ha sido fácil este año, por desgracia.

 

Pero… Aquí estamos. Acabé las prácticas hace  una semana. Ha sido una experiencia enriquecedora y maravillosa. No sé, me han metido el gusto por coser más y me gustaría poder hacer el master en diseño de vestuario aquí en Madrid (pero es muy caro). Ha sido juntar mis dos mundos: el patronaje y la comunicación audiovisual. Y estoy muy contenta por ello. Prácticas aprobadas, asignaturas aprobadas… Solo me queda presentar el proyecto!!!!

 

Además de haber aprobado todo, este año que pensé que suspendería en más de una ocasión, estoy ahora mismo a punto de cumplir otro de mis sueños: conocer a una de mis hermanas. No de sangre, pero si de corazón. Y es que Mine siempre ha llenado mi mundo y mañana por fin la conoceré en persona. No puedo estar más ilusionada…

Me gustaría que mi madre estuviese aquí para que pudiese ver todo lo que he ido consiguiendo durante estos últimos meses, poder hablarle de las prácticas, el viaje a Orlando, que pudiese ver que todo esto me hace muy feliz. En febrero-marzo yo no era capaz de pensar que este día llegaría. No era capaz de pensar que sería tan positiva. Pero hoy me siento bien, me siento con energías. Siento que los 25 ya están atrás y que empiezan los 26. Y que es otro año distinto.

 

Y que, por supuesto, será mejor.

 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *